Emociones
Las emociones son estados afectivos experimentados por una persona. Vienen acompañadas de diferentes cambios en el organismo tanto fisiológicos como hormonales (e-mocion). Se producen por reacciones subjetivas frente a diferentes estímulos.
Se producen como respuestas al entorno. Y como mecanismos de supervivencia y perpetuación de los genes. Éstas, como la alegría, el enfado, el miedo o el amor, son subjetivas. En gran medida dependen del procesamiento que realice la persona del estímulo externo.
Durante muchos años se le ha quitado mucha importancia al tema de la emoción. Sin embargo la capacidad que tiene la emoción de regular y modificar el funcionamiento de la persona de manera integral hace que cobre importancia su estudio. Así la emoción pueden establecer cambios significativos en el cuerpo y también en el funcionamiento del cerebro. De hecho existe una gran influencia bidireccional entre lo físico y lo psicológico. Es decir, una reacción emocional puede variar incluso los razonamientos lógicos.
Esto se analiza muy a menudo en cursos de formación, cursos de venta o de negociación.
De dónde surge la emoción
La emoción surge del sistema límbico y tienen tres factores de expresión:
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Factor fisiológico de la emoción:
Son aquellas reacciones que se producen a nivel fisiológico. Es decir, se producen en el cuerpo de manera involuntaria. Algunas son fácilmente perceptibles, como el aumento de la respiración o la paralización. Otras son más difíciles de percibir como cambios hormonales o aumento del flujo sanguíneo a los músculos.
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Factores cognitivos de la emoción:
Las emociones son perfectamente capaces de cambiar la forma en que procesamos la información que recibimos. Por tanto impactan en nuestras percepciones de manera cognitiva. Y hacen que los estímulos se procesen de manera subjetiva. Por ejemplo la misma frase oída de la misma persona no tiene la misma percepción según las circunstancias. Si por ejemplo esa persona nos cae bien o si existe enamoramiento que si no ocurren estas circunstancias.
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Factores conductuales de la emoción:
La emoción provoca cambios en la conducta de las personas, sus gestos y sus comportamientos. Así, por ejemplo no caminamos igual si nos sentimos seguros o inseguros. O no reímos igual frente a una persona con emoción positivas o negativas.
Tipos de emoción
Se pueden clasificar de diferentes maneras:
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Emociones primarias, también llamadas básicas:
Son aquellas que tenemos frente a un estímulo. Estas emociones constituyen una respuesta adaptativa rápida. Estas emociones son: felicidad, tristeza, miedo (que está relacionada con la sorpresa) y asco (que está relacionada con la ira).
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Emociones secundarias:
Estas emociones son derivadas de las 4 emociones primarias comentadas anteriormente. Estas emociones estarán condicionadas por la cultura, la subcultura, la religión, el aprendizaje, las normas sociales, las normas morales, etc. Algunas pueden ser euforia, enfado, alegría o sentirse amenazados.
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Emociones positivas:
Son percibidas de manera agradable por la persona y por tanto son buscadas activamente. Afectan positivamente a la persona y favorecen su comportamiento. Además ayudan a sentirse bien, como la satisfacción, la alegría, la tranquilidad. Muy importante comprender bien para la gestión de equipos, trabajo en equipo y liderazgo.
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Negativas:
Son todo lo contrario a las anteriores. Crean malestar y la persona intenta evitarlas en lo posible. Al igual que las positivas, somatizan, es decir, que afectan al funcionamiento total del organismo incluso a nivel físico.
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Emociones ambiguas:
No crean ni bienestar ni malestar en la persona. Por ejemplo un susto sería una emoción negativa pero una sorpresa en sí misma no es ni positiva ni negativa.
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Emociones sociales:
Son aquellas que experimentamos frente a otra u otras personas. Como la caridad, la venganza, el amor, solo se producen cuando tenemos a otra persona presente físicamente o en el pensamiento.
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Emociones estáticas:
En este apartado entrarían aquellas que se producen en un entorno controlado que busca generar esta emoción. Por ejemplo la emoción percibida frente a una poesía o a la música. Estas pueden a su vez ser positivas. Por ejemplo frente a una música agradable. O negativa, como la irritación producida por una música desagradable.
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Emociones instrumentales:
Se autogeneran para controlar o influir en otras personas. Por ejemplo cuando conscientemente pensamos en las cualidades de la otra persona de forma que enmascaren o simplemente provoquen determinadas emociones frente al otro. Por ejemplo pensar bien de un cliente antes de tener una entrevista de ventas.
La percepción de las emociones
Las personas tienen la capacidad de percibir sus propias emociones y las de los demás. Así se pueden identificar las emociones propias que se experimentan. De esa forma y al identificarlas se pueden tratar de la manera más apropiada. Tanto internamente como para ayudar a otros y entrar en empatía. Estas percepciones se pueden entrenar, como en la psicología Gestalt. Esta psicología que confiere habilidades para un conocimiento de la emoción propia temprana para poder controlarla. Por ejemplo los nervios antes de una presentación.
La comprensión de la emoción
La comprensión del origen y utilidad de la emoción es también importante. Saber identificar si una emoción que se está experimentando es útil para nuestras reacciones o si es perjudicial. Esto es importante a la hora de saber reaccionar a la emoción. Algunas pueden perjudicarnos y otras nos ayudan. Por lo que debemos entender cómo antropológicamente han venido ayudando a la supervivencia.
Cómo manejar las emociones
Una vez seamos capaces de percibir la emoción y de entender su utilidad positiva o negativa, podemos tratarla. Podemos manejar la intensidad, la frecuencia y la respuesta frente a la emoción. Existen diferentes aspectos que nos ayudan a manejar dichas emociones:
- La concentración. Nos permite enfocarnos en uno u otro pensamiento o acción
- La reinterpretación cognitiva. Nos permite manejar los auto-diálogos y adaptar las emociones de manera positiva
- El nivel de activación. Permite incrementar nuestra activación frente a algunas emociones como el pesimismo o el desánimo. O disminuirlas por ejemplo en situaciones de euforia excesiva.
Las emociones positivas y negativas más usuales
Las positivas más usuales que todos hemos experimentado alguna vez son variadas. Como alegría, gratitud, interés, orgullo, sorpresa, amor, diversión y serenidad, alta autoestima, autocontrol y desprendimiento.
Las negativas más usuales también las habremos experimentado. Ira, miedo, envidia, celos, ansiedad, adicciones, baja autoestima, soberbia, culpa y pereza, son algunas.
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