La comunicación en la gestión de equipos

 Tanto para fijar los objetivos como para coordinar las tareas o repartirlas, la comunicación en la gestión de equipos es importante. Veamos algunos puntos:

Primero: Manejar correctamente la comunicación con los diferentes miembros del equipo.

Como miembro de un equipo, algunas personas tienen más o menos afinidades con otros miembros del equipo. Como gestor del equipo tiene la responsabilidad de liderar e inspirar a todos los miembros. Esto es a menudo un gran reto cuando los colaboradores tienen diferentes personalidades y diferentes percepciones e ideas.

Para manejar esta comunicación debemos recurrir a la inteligencia emocional. La empatía y las técnicas de comunicación que se pueden desarrollar en un curso de gestión de equipos  son elementos indispensables en este manejo correcto de la comunicación, ayudando a entender bien a los colaboradores y comunicar apropiadamente.

Algunos aspectos a considerar:

  • Es necesario enfocarse en temas comunes y opiniones compartidas en lugar de directamente enfocarse en las diferencias. Comenzar con las diferencias llevará probablemente al bloqueo entorpeciendo gravemente la comunicación.
  • Realizar escucha profunda de la otra persona, intentando entender sus motivaciones, valores y puntos de vista. Para ello hay que realizar preguntas adecuadas y tener una buena capacidad de escucha. También deberemos prestar una atención muy intensa. Intentar entender lo que dicen, por qué lo dicen y sus sentimientos.

Segundo: Entender los diferentes estilos de funcionamiento de los colaborares.

En la gestión de equipos hay que entender bien como le gusta a los colaboradores trabajar, entender sus estilos de funcionamiento e intentar ver la posibilidad de adaptar su trabajo. De esta forma las personas serán más productivas y trabajarán más felices.

Para ello hay que prestar atención a los empleados, su nivel de optimismo, su energía y sus relaciones. Averiguar que les anima, que les disgusta, como prefiere hacer las cosas y sus métodos de trabajo.

Tercero: tener una política de puertas abiertas

Tener una política de puertas abiertas significa ser accesible a todos los miembros del equipo. Es frecuente que los empleados se acerquen al manager para plantear preguntas, acordar modos de actuación, comentar problemas o incluso proporcionar ideas. Si el manager no se muestra disponible será frustrante para el colaborador y puede perder interés en el proyecto y en el equipo.

Veamos algunas formas de ser accesible:

1.- Aproximarse a los miembros del equipo: Salir del despacho o levantarse del puesto de trabajo. Ir a saludar al equipo, mostrar una disposición amistosa al contacto. Mostrar que se está abierto a la comunicación.

2.- Realizar escucha activa y poner especial atención a las ayudas y facilitación que se les puede dar.

3.- Dar información sobre sí mismo incorporando conversaciones personales y relajadas. Hablar de aficiones compartidas y comportarse como persona y no como jefe.

4.- Averiguar el tipo de conversaciones que les apetece mantener a los colaboradores o subordinados, e incorporarse.

5.- Manejar con cuidado el lenguaje no verbal en las comunicaciones. Especialmente si viene algún colaborador a visitarnos prestarle cuanto antes atención real. En un curso de gestión de equipos se pueden aprender las técnicas.