Los principales tipos de liderazgo
En el sentido más amplio de la palabra, un buen líder es aquel que logra resultados concretos mientras da vida a la visión. Sin embargo, para lograr esto, el líder no actúa solo. Su éxito se debe en gran parte al trabajo y la maestría de su equipo. No hay una sola manera de manejar los equipos dentro de una empresa. No se puede decir que una forma de actuar sea particularmente superior a las otras.
No obstante, un buen líder es una persona capaz de adaptar su forma de hacer las cosas a las necesidades, el contexto y las personas a las que se dirige. En este artículo, veremos los principales tipos y usos del liderazgo que permiten el éxito del equipo.
Liderazgo directivo
Ese estilo de liderazgo podría resumirse en «¡Haz lo que te digo! ». El líder es el único que da instrucciones y anima a sus empleados a seguirlas. Muy centrado en la autoridad y la ejecución inmediata de la tarea, se trata menos de las relaciones humanas y la visión global. El liderazgo directivo debe utilizarse en situaciones excepcionales en las que se requiere una acción rápida. En estos casos, no es necesario que las decisiones se discutan con detenimiento y todos deben moverse en la misma dirección.
Debe ser claro y preciso en sus declaraciones, en la división del trabajo y en el objetivo final. Explica claramente lo que hay que hacer y cuáles son las responsabilidades de cada uno. Saber tomar decisiones firmes y rápidas puede crear una fuente de estrés para los equipos, también debemos saber cómo apoyarlos y mostrarles nuestra presencia para que puedan lograr el objetivo.
Cuidado, ser directivo no rima con falta de respeto. Es necesario poner siempre la forma en el respeto de sus empleados. Además, tendrá que saber cómo ser autocrítico para mejorar.
Liderazgo colaborativo. Los principales tipos de liderazgo
El líder de tipo colaborativo aboga por la comunicación de grupo y piensa primero en su equipo. Busca sobre todo la cohesión y la armonía en el equipo. Las habilidades sociales, incluyendo la empatía, son clave en un estilo de liderazgo colaborativo. Se adapta a los que valoran el lado humano y aumenta la motivación de los miembros del equipo y su sentido de pertenencia. Esto a menudo tiene un efecto positivo en la atmósfera de trabajo.
Este estilo de gestión es una buena opción, especialmente cuando se notan problemas en el equipo o cuando un empleado necesita un oído comprensivo. También, puede ser usado en tiempos de crisis, cuando el equipo necesita ser desmovilizado y re-motivado. De esta manera, demuestra que no es sólo el aspecto financiero el que motiva su trabajo, sino también el desarrollo de sus empleados.
Liderazgo participativo
El liderazgo participativo podría hacer la pregunta: ¿qué piensas? Él ve al equipo como una especie de democracia que toma decisiones en conjunto. Los empleados participan en el proceso de trabajo y se consideran iguales entre sí. Así que están en una dinámica positiva a corto y largo plazo, y están más a la mitad en la búsqueda del objetivo. Los empleados están más involucrados en la toma de decisiones y por lo tanto más motivados para llevar a cabo sus tareas de manera responsable.
Este estilo de liderazgo se utiliza cuando consideramos que el equipo con el que trabajamos es lo suficientemente maduro para medir los problemas y las consecuencias de sus acciones, o si necesita que se le haga responsable. La responsabilidad compartida significa que cada miembro del equipo se siente respetado y animado de forma independiente a tomar parte activa en lo que está sucediendo y a expresar su opinión.
Liderazgo coach
La mentalidad de este líder no es ver a una persona sino ver su futuro y su potencial.
Su objetivo es ver a sus equipos desarrollarse en su trabajo, porque un equipo realizado es un mejor equipo. Al igual que con el líder colaborador, el énfasis aquí es en lo humano, el estilo de gestión del entrenador líder pone aún más énfasis en el desarrollo del potencial de cada miembro del equipo. Por lo tanto, es necesario ser extremadamente receptivo a las necesidades de cada persona y darle la suficiente libertad para realizarse.
Para ello, es necesario no ver a corto plazo sino a medio plazo. Es metódico construir un plan de acción concreto con cada miembro para poder orientarlo en su proyecto de desarrollo profesional gracias a las áreas de mejora. El plan está alineado con sus aspiraciones y deseos, teniendo en cuenta las fortalezas adquiridas por cada miembro.
El fracaso es visto aquí como un paso hacia el éxito a largo plazo, una lección. Si el empleado tiene éxito, todo el equipo tiene éxito y también la empresa con él. Por lo tanto, estos líderes deben saber cómo medir, fortalecer el potencial de cada empleado y promoverlo a través de una asistencia medida. A largo plazo, esto permite a sus empleados ser leales a la empresa.
(conclusión: los principales tipos de liderazgo)
Por lo tanto, los estilos de liderazgo discutidos no son independientes, sino complementarios. Un buen líder debe saber adaptarlos y combinarlos para obtener los mejores resultados posibles según el contexto y los objetivos, sin descuidar las relaciones humanas. La productividad de un equipo es el resultado del uso del estilo correcto en el momento adecuado.
La alternancia de estilos también puede dar un nuevo ímpetu y crear nuevas dinámicas en los proyectos, manteniéndose dentro de los requisitos de la empresa.
Además, es importante recordar que la forma en que maneje su negocio debe ajustarse a su personalidad. No pretenda ser alguien que no es y manténgase abierto a nuevas ideas. Esto beneficiará tanto a usted como a sus empleados.
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