Conceptos sobre ecología y economía
La ecología y la economía deben converger y cada vez mas fusionarse, ya que son dependientes en el largo plazo. En este artículo vamos a tratar algunos conceptos sobre ecología y economía.
Economía ecológica
La economía ecológica es una disciplina transversal. No es una parte de la economía o una de la ecología. La economía ecológica intenta ir más allá, profundizando en los aspectos de la economía y la ecología y alcanzando elementos que explican al ser humano y su entronque, como la psicología, la antropología, la arqueología y la historia. De esta forma se puede entender cómo los seres humanos interactúan con el entorno y podrían hacerlo en el futuro.
Es decir, entender la esencia de lo que está ocurriendo y puede ocurrir, conociendo nuestra naturaleza, necesidades e historia. Adermás incorpora algunos aspectos de diseño. Es decir, cómo podemos diseñar un futuro sostenible. Por lo tanto, no se conforma con un análisis, sino que a partir de él intenta construir un futuro mejor que respete al hombre y al entorno.
Economía ambiental
La economía ambiental es una disciplina de la economía. Precisamente por esto, utiliza como base el pensamiento económico estándar y lo aplica al medio ambiente. En la economía convencional, el principal interés está en la mejora de las condiciones de vida tanto individuales como grupales, principalmente producidas por el desarrollo el progreso y los beneficios. Por tanto, se centra en las empresas privadas, estatales y en los mercados. Esta economía convencional considera los factores externos y ecológicos integrándolos como análisis de fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas y reaccionando a ellas.
Este enfoque de la economía ambiental basada en la tradicional es más micro en este aspecto. Es decir, realmente no alcanza a entender la enorme escala con la que estamos impactando el planeta. Contempla la ecología como un problema más de competitividad y de buscar la preferencia social de los consumidores. Pero no acaba de reconocer en toda su inmensidad el hecho de que vivimos en un planeta finito. No contempla que existen unos límites físicos y biológicos. Este tipo de economía no acaba de reconocer dichos límites o piensa que la tecnología puede resolver cualquier problema de limitación de recursos.
Economía ecológica vs. economía ambiental
En realidad, la economía ecológica trasciende a la ambiental. Cuando está desprovista de ideologías de partidos políticos y de demagogia, la economía ecológica busca continuar mejorando la situación humana. Pero incorpora los límites del planeta y también la consideración del individuo con sus derechos y expectativas individuales. Por tanto, la economía ecológica trata de integrar lo que hay fuera del mercado, así como lo que hay dentro de los mercados y compaginarlo.
Los tres objetivos de la economía ecológica
La economía ecológica contempla tres objetivos a considerar:
- Escala sostenible
- La distribución de la economía
- La asignación eficiente de los recursos
Según la economía ecológica, estos tres objetivos o factores contribuyen y contribuirán al bienestar y la sostenibilidad de la especie humana.
Escala sostenible:
La sostenibilidad consiste en satisfacer las necesidades de la actual generación sin sacrificar la capacidad de futuras generaciones de satisfacer sus propias necesidades (https://es.wikipedia.org/wiki/Sostenibilidad) Esta escala busca un equilibrio con el entorno de tal forma que garantice su continuidad. Esta sostenibilidad debe estar contemplada en diferentes ámbitos, como el económico, el cultural, el ambiental y el social. Igualmente, a diferentes niveles y contextos, desde la sostenibilidad total del planeta a la sostenibilidad de sectores económicos, países, municipios, barrios, casas individuales, e individuos con sus bienes, ocupaciones, estilos de vida, etc.
La distribución de la economía:
La distribución de la economía tiene un gran impacto en la calidad de vida. Si las diferencias en la distribución de la riqueza son demasiado grandes, estas desigualdades crean conflictos en las sociedades. Se pierde la cooperación humana y se generan grandes migraciones con desintegraciones culturales. Existen investigaciones que cuanto más desiguales son las sociedades, éstas son menos productivas. Estas sociedades invierten gran parte de su energía, tratando de mantener dichas desigualdades. Por el contrario, los sistemas comunistas han demostrado en numerosas ocasiones su gran fracaso. Por tanto, hay que buscar un sistema de distribución que, reconociendo y premiando el logro y el esfuerzo, no alcance grandes desigualdades en las poblaciones.
La asignación eficiente de los recursos:
La asignación de recursos es muy importante dentro de la economía convencional. Nada como ver que quien tiene el recurso dinero cada vez se hace más rico. Por esto, pensar que el mercado es eficiente en la asignación de recursos no parece tener mucho sentido. Y dichos recursos no son solo el dinero.
Pueden ser recursos naturales como los minerales, los recursos energéticos como el gas o el petróleo, o también la capacidad de poder usar estos recursos. Así, por ejemplo, el poder usar recursos energéticos que liberen contaminantes. Esto se puede hacer por ejemplo fijando el precio del carbono liberado, o fijando el precio del impacto en los ecosistemas de otros recursos naturales por ejemplo para la fabricación de pilas.
También se pueden considerar los recursos sociales. Así por ejemplo podemos ver cómo algunas personas necesitan o buscan casas de más de 600m2 para vivir. Dichas casas por supuesto, consumen más recursos tanto energéticos como en su fabricación. Realmente no es una necesidad física estas casas grandes, sino una necesidad social, que podríamos definir como la necesidad de mostrar estatus. Esta necesidad social, hace que cuando en el entorno de quien se ha comprado esta casa la ve, se fuerza psicológicamente a alcanzarle o superarle. Por ello se comprará una casa igual o superior, consumiendo más recursos y posiblemente generando más infelicidad por la carga del esfuerzo que tiene que realizar para pagarlo. Y con esto no quiero decir en absoluto que se evite, porque es consustancial al ser humano. Ya está visto por la historia y la actualidad la tristeza y la pobreza que causan los sistemas comunistas y socialistas extremos. Sólo que hay que regularlo y contemplarlo.
El crecimiento
El crecimiento es la base del sistema de progreso y desarrollo actual de la economía clásica. Sin embargo, para una persona que haya estudiado biología, como es mi caso, el crecimiento es una fase, con un final. Una persona que tenga algún defecto en la pituitaria que produzca hormona de crecimiento constantemente, crecerá sin límite y tendrá problemas físicos muy graves. Por tanto, lo apropiado es que el crecimiento alcance un final. También los economistas deberían utilizar para la macroeconomía el mismo concepto que se utiliza en la vida del producto. Que después de la fase de crecimiento, viene la de madurez, y que, si ésta se maneja bien, puede ser muy prolongada, sin entrar en fase de declive.
Y lo que yo entiendo, es que las sociedades más avanzadas ya están preparadas para entrar en la fase de estabilización. Lo puedo ver en la concienciación de los jóvenes europeos con el consumo, donde el reciclado, el conformarse con una vida de menos consumismo está calando. Y esto vendrá acompañado de una economía más del uso que de la posesión y de más colaboración sobre la exacerbada competitividad. Aunque algunos políticos intenten frenarlo en algunos campos, los movimientos colaborativos como los vehículos compartidos, apartamentos compartidos, compraventa de ropa de segunda mano y otras actividades han venido para quedarse.
Conclusión
Economía y ecología deben ir unidas de la mano. La economía ecológica debe ir penetrando los sistemas y organizando la sociedad. Las fuerzas políticas son sus grandes enemigos, a veces por situaciones de países con sistemas dictatoriales y otras por las miopías de las ideologías de los partidos democráticos.