Talento: cuando el cerebro recibe información abundante, inteligente y práctica, produce la sabiduría más útil y eficaz para el ser humano, creando «talento«.

Información y el fuego

Fue el descubrimiento del fuego que permitía alargar los días con luz y calor una parte fundamental del desarrollo de nuestro talento como raza humana, al reunirse en torno al fuego y compartir información.

Si hacemos un paralelismo en la formación de talento de hoy en día, y referente al mundo de la empresa, es indudable el gran impacto que tienen los MBA´s y Masters impartidos por profesionales en activo, transmitiendo su conocimiento y experiencias prácticas, esta vez no en torno al fuego sino a una pizarra o a un cañón de proyección.

Si esta información es inadecuada, incomprensible o inútil por su poca practicidad, la persona se siente incompetente, y se llena de dudas y de un estado de falta de confianza.

Es por esto el gran avance que se produce en los alumnos de dichos cursos, percibiéndose una mayor profundidad en el planteamiento y resolución de los problemas, mayores habilidades y también por supuesto, mayor conocimiento.

Formadores

Pero la practicidad es fundamental. De ahí la demanda de profesores con experiencia, currículum potente y habilidad para comunicar y formar. Y también la sorpresa de muchos alumnos al incorporarse a estos cursos con ansia de captar una gran cantidad de datos, teorías y «papel», al ser sorprendidos por metodologías distintas a las clases teóricas impartidas por docentes sin experiencia real que exponen libros estudiados en formato de «recetas».

Empresa y talento

Una empresa que quiera progresar debe apoyar la generación de talento. Hacer la información disponible y transversal. Apostar por la formación. Dar oportunidades a los colaboradores de la empresa. Realizar una gestión de talento en la organización. Gestionar y desarrollar empowerment. Retener el talento en base a condiciones laborales, tanto de desarrollo como de bienestar en la empresa