El acoso laboral, el acoso familiar y el acoso escolar.
El acoso laboral, el acoso familiar y el acoso escolar son mucho más frecuentes de lo que cree y es muy posible que esté involucrado. El trabajo, la familia y el colegio son los tres entornos donde más tiempo pasamos de nuestra vida y donde por tanto más posibilidades podemos tener de sufrir acoso o bullying.
Alrededor del 3 al 10% de la población tiene comportamientos psicopáticos o sociopáticos. Y esto es solo el detectado. Es muy posible que sea incluso mayor. Es por tanto muy probable que conozca personas psicópatas en su entorno familiar, de trabajo o colegial. Un compañero de trabajo, un hermano o hermana, un compañero de colegio, un amigo, es posible que sean acosadores y estén creando conflictos tanto en los grupos como a nivel individual.
De estos psicópatas o sociópatas es posible que alguno sea muy peligroso, a nivel de poder producir actos delictivos graves. En España se estima que entre el 20% al 25% de los delincuentes encarcelados tienen este desorden. Pero la gran mayoría se situarán en el límite de no llegar a estos comportamientos delictivos, pero sí causar daños graves a sus víctimas.
Algunos ejemplos los podemos encontrar en las diferentes situaciones:
En el colegio, el acoso escolar:
En general los acosadores son aquellos que animan al grupo a meterse, denigrar, apartar del grupo y a veces incluso a agredir con mayor o menos violencia a un niño o niña.
El que actúen como acosadores en el colegio no quiere decir que lo hagan también en otros entornos. El acosador escoge a sus víctimas y a lo mejor la escoge en el colegio y ya no lo hace en otro entorno. A menudo el sicópata se fija en su víctima por un desencadenante. Este desencadenante puede venir dado por cualquier causa, como unos buenos resultados de la víctima, o simplemente por cómo viste, o por su tamaño o porque le considera más listo, más sensato o más débil.
En el trabajo, el acoso laboral:
Esta situación en el trabajo se suele dar también entre compañeros o incluso entre jefes y subordinados. Los desencadenantes en este caso suelen ser el que ven en la víctima una posible competencia. Bien porque tiene buenos conocimientos, habilidades y actitudes o simplemente porque por otras circunstancias pueden competir con el acosador. Ser acosado en el entorno familiar, que teóricamente es el más seguro, es muy desestabilizador para la víctima. Ver artículo. Conocer bien el acoso es parte del trabajo de la gestión de equipos afectando a todo el equipo en su conjunto y por tanto responsabilidad del líder.
En la familia, el acoso familiar:
Los desencadenantes de la fijación en la víctima son muy a menudo los celos, las envidias y el resentimiento. Un hermano o hermana luchando por ser la persona preferida de su madre o de su padre, hará que compitan con la víctima. O simplemente que a la víctima se la considera más brillante por alguna cualidad, por ser mejor estudiante o por considerar el acosador que el acosado ha estudiado una mejor carrera. Porque ha nacido más tarde y por tanto es la preferida o al revés, por ser el primogénito.
Entre los amigos, en el club, y otros:
Cualquier situación social puede ser objeto de dicho acoso, aunque en estos casos es más fácil para la víctima escapar de su acosador que en los anteriores.
¿Qué comportamientos muestran estos psicópatas y sociópatas?.
La única diferencia entre los psicópatas y los sociópatas es su origen:
El psicópata ya nace con este comportamiento, al ser genético. Se puede a menudo identificar por un experto en una resonancia del cerebro. Si bien eligen a su víctima o víctimas por cualquier desencadenante, su cerebro suele tener diferencias en áreas de empatía.
El sociópata sin embargo, adquiere su comportamiento durante el desarrollo y con sus experiencias, siendo por tanto un resultado del aprendizaje.
Para simplificar, a partir de ahora nos referiremos como psicópata a las personas tanto psicópatas como sociópatas o narcisistas, por tener todos comportamientos psicopáticos con problemas con el ego y la empatía.
Alcance del comportamiento de los psicópatas
Un psicópata, al igual que un sociópata, es capaz de perjudicarse a sí mismo con tal de perjudicar a la víctima. Por ejemplo, en el entorno de trabajo es capaz de tomar una decisión mala con tal de no aceptar la propuesta presentada por la víctima. Para ello el acosador presentará múltiples excusas que él mismo llegará a creerse internamente y sentir equivocadamente que la peor propuesta es la mejor. Tenemos que tener en cuenta que estas decisiones no las toma el acosador de manera racional sino movido por los sentimientos de rabia.
Como eligen a sus víctimas en el acoso laboral, el acoso familiar y el acoso escolar
A menudo la víctima la eligen porque ha triunfado en una faceta en la que el psicópata ha fracasado. Por ejemplo, si el acosador fracasa en el entorno laboral haciendo malas presentaciones, es posible que identifique a una víctima que presenta bien. Si no le ha ido bien su vida amorosa, arremeterá contra una persona a la que sí le ha ido bien, por envidia. Por supuesto las excusas para arremeter contra ella nunca serán la razón verdadera de su odio y rabia. Buscará motivos para poder arremeter contra ella, motivos que pueden haber ocurrido o que puede inventar.
La mentira y la manipulación
Estos psicópatas mienten sin ningún sentido de culpabilidad. Son manipuladores y planificadores, capaces de planear sus mentiras para dañar a la víctima. Muy a menudo inventan falsedades para poder contar en el entorno de la víctima.
Los consentidores o «monos voladores» actúan como coadyuvantes y nuevos acosadores inconscientes.
Los psicópatas suelen utilizar a otras personas como elementos o cosas ( cosificación de las personas), manipulándolas para colaborar inconscientemente en el acoso a la víctima. En psicología a las personas engañadas para ser colaboradores en el acoso se les denomina consentidores o «monos voladores». Estos monos voladores al estar manipulados empiezan a ver la realidad de forma distorsionada. Tengamos en cuenta que estos psicópatas suelen ser grandes manipuladores y seductores.
En la familia:
En la familia suelen ir directamente a los miembros de la familia a contar falsedades incriminatorias para la víctima y su entorno intentando desacreditarla.
Así por ejemplo, en el acoso familiar, los psicópatas utilizarán a los hijos del acosado, a sus hermanos o a sus padres para atacar a su víctima, directamente o simplemente por aceptación. Utilizan a las personas engañándolas y manipulándolas. A estas personas engañadas o monos voladores, las halagan y cuidan mientras les sean útiles. Pero las abandonarán a la primera oportunidad, incluso llegando a convertirse posteriormente en sus nuevas víctimas. Son capaces de crear grupos en los que todos están engañados y manipulados por ellos en contra de sus víctimas.
El objetivo del psicópata es aislar a la víctima, con actitudes y mensajes para que no se integre en el entorno familiar pero a haciendo ver lo contrario a los demás. Des este modo, le exigirá que se integre en la familia pero cuando la víctima se reúne con la familia le hará la situación insostenible, con agresiones verbales, situaciones incómodas y buscando el enfrentamiento en un intento de desestabilizarla. La víctima a menudo estará desorientada sin saber si ir o no.
En el trabajo:
En el trabajo, en general, “lanzarán la piedra y esconderán la mano”, utilizando a otros compañeros para ir contra el acosado. Para esto en el acoso laboral se disfrazarán de amigos, convirtiendo a las personas en monos voladores para ayudarles a atacar a las víctimas sin que se note tanto. Personas normales pueden ser víctimas del psicópata al convertirse sin darse cuenta en otros acosadores inconscientes o monos voladores. Estas personas suelen considerar al psicópata como brillante y gran profesional. Solo con el tiempo se dan cuenta del engaño, al haber estado manipuladas inconscientemente e involucrados en el acoso laboral.
Los psicópatas acosadores se pueden inventar que la víctima o víctimas son personas que cometen errores, que no progresan, que toman decisiones incorrectas o que no las toman. Estos psicópatas sueltan bulos y afirmaciones falsas constantemente, aprovechando sus habilidades sociales, comunicativas o su poder en la organización. Para difundir dichos rumores o creencias utilizan a los monos voladores o colaboradores. Y cuando los demás miembros de la empresa empiezan a contrastar tales bulos o afirmaciones falsas lanzadas por el acosador, el psicópata se defiende comentando que se le ataca, que no se le deja expresarse o cualquier otra excusa. Y para ello lanzan a los monos voladores en ataque contra la persona que destapa el engaño o la manipulación.
Muy a menudo hablarán de las víctimas como si fueran culpables de su propia situación. También a menudo reaccionarán mal si no son ascendidos o promovidos. En su psicopatía se sienten con el derecho de ser promovidos sobre los demás, incluso sobre la empresa. A menudo consideran la empresa como suya, pero no de una manera sana por sentirse parte de la historia, de su creación, orgullosos de sus éxitos y de ser parte del equipo. La consideran de su propiedad pese a solo ser trabajadores de ella.
Imagen de buenas personas con los demás, agresivas con su víctima
Se rodean de una imagen de buenas personas, se apuntan a menudo en acciones benéficas, invitan a los amigos, llevan regalos, en general se muestran encantadores. Halagan constantemente a las personas-cosas que les ayudan. Están en búsqueda constante de nuevos monos voladores para hacer más daño a la víctima. Frases como cuánto te quiero, eres muy inteligente, bien hecho o eres mi ángel, etc., son parte de su vocabulario. A menudo incluso disfrazan su actitud haciendo ver a la víctima y a su entorno que quieren ayudar a la víctima y que son objeto de un ataque de esta.
Sin embargo delante de su víctima se transforman siendo despreciativas, a menudo agresivas. Pasan de ser amables a ser irritantes. No tiene control sobre sus actitudes de acoso. A menudo aunque estén siendo observados no se pueden reprimir de atacar a la víctima. Son impulsivos en su ataque.
Veamos algunos comportamientos observables típicos en el acoso laboral, el acoso familiar y el acoso escolar:
- Chillar a la víctima. Realmente el acosador no tiene enfado sino que siente irritación, odio y rabia. A menudo lo disfraza verbalmente de enfado pero no es un enfado real. Es algo más y es persistente en el tiempo. El acosador no parará aunque la víctima tome distancia.
- Hablar a los demás muy a menudo sobre la víctima (no es normal estar hablando constantemente sobre una persona y esto es una buena señal para detectarlo)
- En general los psicópatas huyen de los temas complejos. Los simplifican y les cuesta mantener la concentración mucho tiempo. Suele dar mucha importancia a cualquier pequeña acción que hace él, sin embargo critica cualquier acción del acosado y le busca problemas para que no salgan adelante sus propuestas.
- Son incoherentes, porque no se basan en la razón sino en los sentimientos. Pese a que vean que se han equivocado, no lo reconocen y no aprenden nunca. Se pueden estar equivocando toda su vida sin aprender.
- Algunos casos graves pueden mostrar señales y arranques histéricos.
- Suelen acusar a la víctima de que es ella la que les provoca (otra señal clara de conducta psicopática es intentar que la víctima se sienta culpable). Esta acusación la hacen ante miembros del entorno de la víctima para separarlos y dañar más.
- Suelen acusar a la víctima de ser mala. Para evitar los acosadores ser vistos como malos, utilizan a menudo esta técnica de llamar malo al otro delante de los demás. Acusan a la víctima de manipuladora para ocultar su manipulación. También acusan a la víctima de maldad para ocultar la suya. Y de nuevo acusan a la víctima de ser el origen de su problema para evitar que los demás detecten que en realidad es un problema psicológico propio.
- Tergiversan las conversaciones. Cuando hablan con la víctima delante de los demás, no lo hacen para hablar con ella sino que están más preocupados por lo que los demás escuchan en un intento de dañarla socialmente. Por eso en realidad hablan con los terceros.
- Intentan aislar a las víctimas del entorno. Impiden que hablen con el resto de los compañeros o “secuestran” la libertad de otras personas estando siempre presente cuando una tercera persona habla con la víctima para controlar la conversación.
- Provocan desconfianza en los otros sobre la víctima, con frases como: no es de fiar, no te fíes, que no te engañe, que no te la metan que no te líe…
- Les molesta mucho lo que se diga de ellos. Al cuidar mucho su imagen exterior, amenazan a la víctima para que no cuentan los hechos a otras personas.
- Utilizan al entorno de la víctima para atacarles. Embaucan a sus amigos, a sus compañeros de trabajo o incluso a sus hijos para aislarlos . Cuando los miembros del entorno al que intentan manipular comienzan a ayudar al psicópata en su agresión, estos se convierten en otros acosadores coadyudantes (denominados monos voladores). Esta ayuda al acosador de los monos voladores puede ser desde pasar a acosar ellos mismos contaminándose, hasta actitudes como no darle importancia o simplemente reunirse con el acosador como si no pasara nada, sabiéndolo la víctima y por tanto validando el acoso.
- Muestran rabia y odio, con fijaciones permanentes en el tiempo. No comentan un hecho mal realizado sino que se centran en atacar a la persona y su entorno. Actúan con arranques de rabia, ataques verbales incontenidos delante de los demás, arrugar o romper cosas, lloros inapropiados o incluso ataques histéricos.
- Nunca son culpables de nada. Inventan, niegan, distorsionan, ponen palabras en boca de otros, todo menos aceptar un fallo o culpabilidad. Cuando les pillan en mentiras, dan la vuelta a las cosas e incluso dan la vuelta al tema para hacer sentirse culpable a quien les acusa.
- Tienen que ganar todas las discusiones.
- Intentan paralizar a la víctima. Por ejemplo, si la víctima dice algo, por mucha razón o lógica que tenga, reaccionan desmedidamente contra ella para acallarla. En las redes sociales esto se ve agravado por la aceptación de los monos voladores de dicha agresión.
- Suelen tener comportamientos narcisistas, exagerando la importancia de sus funciones y con gran necesidad de ser admirado o reconocido.
- Presenta a menudo comportamientos arrogantes y prepotentes, pese a sentirse a menudo inferior. En el trabajo a menudo atacan a su víctima llamándola incompetente. En la familia se muestran como los más sensatos, o los más brillantes, o los más listos.
- De forma irónica se muestran como las víctimas de la situación, las agredidas por la víctima y así se lo hacen ver a los demás.
- Emplea estilo frío. No tiene vergüenza ni siente culpabilidad de las barbaridades, descalificaciones y amenazas que utiliza. Busca el poder y lo utiliza frente a la víctima. Puede amenazar: te vas a enterar…
- No muestran arrepentimiento ninguno.
- Convencen a los demás de que el problema es de la víctima y no de ellos y convierten a los incautos en monos voladores.
- Tienen escasa tolerancia a la frustración. En general obligarán a menudo a cambiar de proveedores utilizando apelativos despectivos (medicucho, inútil, desastre, vago, sucio…)
- Los psicópatas difícilmente atacan a otro psicópata sino que se agrupan con otros psicópatas para comentar, manipular y atacar a la víctima conjuntamente. Por eso a menudo se convierten en grupos coordinados de ataque.
- Son seductores, se muestran encantadores con los demás y cuidan mucho su imagen para captar a la gente.
Algunos consejos en el acoso laboral, el acoso familiar y el acoso escolar:
Para los psicópatas en el acoso laboral, el acoso familiar y el acoso escolar:
- Si Vd. tiene este problema, ganas de atacar o acosar a alguien, y todavía tiene control sobre sí mismo, vaya inmediatamente a un especialista médico o psicólogo. No lo deje pasar pues puede ir en aumento e incluso llegar al delito.
- Una buena medida será abandonar sus posiciones de poder para reducir la gravedad del impacto.
Para los monos voladores en el acoso laboral, el acoso familiar y el acoso escolar:
- Lo primero, analice bien si lo está siendo por acción u omisión. Si es así reconózcalo para poder cambiar y deje de negarlo. En general todo el mundo tiende a negar que ha sido manipulado, pero use su inteligencia para meditarlo profundamente.
- Los consentidores o monos voladores tienen la responsabilidad de ayudar a la víctima o víctimas y no al psicópata. Podría ser muy peligroso ignorar o negar la situación. En ese mismo momento, cuando no admita los engaños, manipulaciones, no se reúnalo con el manipulador como si nada pasara, en ese momento se habrá liberado.
- En todo caso al psicópata le pueden aconsejar ir a un especialista.
- Pero no se presten a su juego. Es un juego peligroso que incluso se puede acabar viendo como normal y contaminarse de él. Lo que se conoce como ser neutrales, no existe en esta situación de acoso. En realidad ser neutral significa apuntarse al linchamiento de la víctima inocente. Hay que elegir entre estar a favor de la víctima con todas las consecuencias o pasar a formar parte del grupo de los monos voladores. Estar en el medio no es posible porque degrada de nuevo a la víctima. Deje de prestar apoyo al acosador o incluso deje de reunirse con él. El acosador coge poder relacionándose con el entorno de la víctima, reuniéndose con él, comiendo, teniendo reuniones, yendo a fiestas con los amigos de la víctima y siempre sin su presencia. No se preste a este juego que es desgarrador para la víctima.
Para las víctimas en el acoso laboral, el acoso familiar y el acoso escolar:
- Puede no reaccionar y seguir siendo acosado con altas posibilidades de enfermar. Evítelo y no siga este camino.
- Puede ignorar el tema si no le afecta. Pero a la larga esto causa daños.
- También puede someterse, pero el acosador nunca parará ni tendrá fin. Cuanto más se someta más le atacará. Con esta actitud también hay altas posibilidades de enfermar.
- También puede rebelarse luchando contra él. pero piense que el acosador dedica la mayoría de su vida a maquinar, manipular y actuar para acosar y dañar. Si decide rebelarse, hágalo creando mucha distancia, realizando contactos muy poco frecuentes y evitando reuniones en grupo con el acosador y los monos voladores. Y mentalmente debe distanciarse en la misma medida o mayor.
- Optar por el contacto cero. Es un camino duro por temas de relaciones emocionales, otros miembros implicados, posibles impactos económicos negativos… Pero uno no puede dejar que le destrocen la vida por ninguno de estos motivos. Piense que los monos voladores actúan también como acosadores. Aléjese de cualquier red social en donde le estén acosando. No la vuelva a utilizar. Los monos voladores le atacarán algo menos en privado que en redes sociales conjuntas con el psicópata.
- No pretenda explicarlo en tu familia o trabajo, ni siquiera a los monos voladores. No lo aceptarán. Nadie quiere reconocerse como un mono volador o consentidor.
- No deje que le sigan robando su vida. Se puede vivir perfectamente en otro entorno laboral, en otro colegio o fuera de su familia acosadora.
- Y sobre todo, nunca, nunca la víctima debe sentirse culpable de la situación. El psicópata intentará que se sienta culpable. No importa lo que haya pasado, nada justifica esta actitud de acoso. Por muchas cosas que hayan pasado nada justifica esta actitud depredadora. El psicópata buscará una o muchas cosas para justificar su actitud frente a los monos voladores y estos se pueden hacer eco. Pero insisto, nada lo justifica.
Puntos para lograr el contacto cero en el acoso laboral, el acoso familiar y el acoso escolar:
- Cerrar todas las vías de comunicación, eludir encuentros con amistades comunes y no coincidir físicamente.
- Liberarse de todo lo que le pueda recordar: regalos, fotos, ropa, todo aquello que te recuerde.
- No caer de nuevo en las trampas. No compartir blogs personales, no creer en sus promesas, no aceptar regalos, no felicitarle, no le halagarle sus presentaciones en el trabajo.
- Cuidado con las trampas como reuniones de cumpleaños, celebraciones empresariales o favores recibidos.
- Buscar un psicólogo especializado.
- Conectar con amigos, familiares, compañeros de trabajo que no tengan relación con el acosador. Vigilar a los monos voladores y evitar su contacto.
- Si tiene relación económica con su acosador, buscar alternativas (otro trabajo, abogados…)
- No hablar frecuentemente de su problema ni de su acosador. Liberarse mentalmente.
- Si es su hijo el que tiene el problema, cámbiele de colegio. O si es su jefe, cambie de trabajo o denúnciele. Si por el contrario es en su familia, evite los encuentros con el acosador y los monos voladores.
El móbbing familiar http://elartedesabervivir.com/el-mobbing-familiar/
El mobbing laboral https://www.eleconomista.es/empresas-finanzas/noticias/8328397/05/17/Como-actuar-si-sufre-mobbing-o-acoso-laboral-.html
El acoso escolar https://www.unir.net/educacion/revista/noticias/acoso-escolar-11-actitudes-erroneas-y-una-mala-solucion-que-impiden-frenar-el-bullying/549202922116/
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