Como evitar las distracciones

La productividad personal depende en gran medida de saber como evitar las distracciones. En el trabajo, en la lectura o incluso en el deporte, evitar las distracciones es una habilidad importante para afrontarlas las actividades eficientemente.

Y las distracciones cada vez tienen más aliados, como los teléfonos móviles, televisión, música, compañeros y otros.

Muchas personas piensan que es una habilidad de nacimiento y que hay personas con más capacidad de concentración que otras. Y eso es verdad, pero muchas personas con alta capacidad de concentración la tienen porque dominan técnicas, o porque gracias a su fuerza de voluntad, la ha entrenado. En este artículo no voy a hablar de cómo mejorar la concentración, sino de como evitar las distracciones en base a dos conceptos, la tracción y la distracción.

Tracción y distracción

Existen dos formas diferentes de afrontar las distracciones, aumentar la tracción o evitar la distracción.

Tracción es cualquier pensamiento, actividad o input del entorno que empuja a nuestro cerebro a hacer lo que queremos hacer o deberíamos hacer. Por otra parte, la distracción es todo lo contrario. Las distracciones son todos los pensamientos o cualquier tipo de fuerza que nos aleja de dedicarnos a lo que deberíamos.

En este sentido, me gustaría aclarar que concentrarse o enfocarse en una forma de controlar las distracciones, que se puede entrenar. Pero existen otras maneras, como es manejar el equilibrio entre la tracción y la distracción.

En realidad, cualquier cosa puede ser tracción o distracción. Lo importante es manejar los elementos hacia lo que nos lleva a la productividad o a hacernos sentir bien con nosotros mismos. Así, por ejemplo, la televisión puede ser una distracción si nos impide hacer una tarea que tenemos que hacer. Pero puede ser una tracción si nos viene bien para nuestra formación, por ejemplo, ver un documental.

Desencadenantes externos

Tanto los elementos de tracción como los de distracción, pueden tener desencadenantes del entorno, es decir externos. Estos desencadenantes externos pueden ser sonidos, música, decoración del sitio, alarmas, frases de los que están con nosotros, televisión u otros más. Para conseguir tracción, podemos por ejemplo utilizar una música relajada, o una mesa ordenada. Los colores de la decoración, un paisaje, pueden ser elementos desencadenantes de tracción. En mi caso, ir por la mañana a una terracita y pedirme un café, actúa como un elemento de tracción a cualquier tipo de tarea a realizar con el ordenador. De hecho, ahora estoy escribiendo este artículo en una. Evidentemente, en todo lo posible deberemos evitar los desencadenantes que generan distracciones.

Desencadenantes internos

Sin embargo, son los desencadenantes internos los que más afectan en las tracciones o distracciones personales. Los factores emocionales o los que afectan al cerebro reptiliano, son responsables de la mayor parte de nuestra productividad o improductividad.

El cerebro del ser humano busca huir de lo desagradable, y del esfuerzo. Y eso se concreta en que tenemos que hacer un esfuerzo para vencer esta resistencia. Por esto el cerebro estará buscando constantemente distracciones y escusas. Entender este proceso ayuda a evitar esa búsqueda del cerebro de las distracciones. Y en todo caso, al comprender el motivo se pueden acometer mejor.

El ser humano cuando identifica la resistencia, la puede canalizar y utilizar técnicas para impulsar la productividad.

Es decir, buscar motivaciones o utilizar técnicas que contrarresten la resistencia y que se conviertan en tracciones aumentando la productividad.

Como generar tracciones internamente

Veamos algunas técnicas:

La urgencia.

Nuestro cerebro reptiliano no mide bien el tiempo, pero si mide la urgencia. Varias investigaciones demuestran que nuestro cerebro se moviliza frente a la urgencia. Es la razón por la que muchas personas se ponen a estudiar un examen cuando ya casi no queda tiempo. Podemos por tanto crearnos hitos de urgencia, dividiendo una tarea en varias partes y con fechas de compromiso. Esto aumentará nuestra tracción y sentiremos un flujo en la dirección de trabajar.

La regla de los 5 minutos

Si solo nos pedimos un esfuerzo de concentración corto, por ejemplo, de 10 a 20 minutos, nuestro cerebro lo interpretará como un dolor menor. Es decir, que al bajar el dolor percibido puede evitar la búsqueda inconsciente de distracciones

En las tareas, busque los elementos tracción

Cada tarea tiene sus satisfacciones. Puede ser quedarnos tranquilos, o simplemente poder estar aislado un rato o en mi caso, estar en una terracita con un café. Identifique elementos de tracción en cada tarea y vaya construyendo una lista mental de elementos agradables de cada tarea. Estos elementos pueden ser bien mientras se realiza la tarea o bien construir la ilusión del resultado positivo.

Conclusión.

Manejar las tracciones y distracciones, no consiste en mejorar nuestro autocontrol o capacidad de sufrimiento. Lo que se busca es crear un estilo de que nos funcione de manera productiva.