Los estilos de trabajo

Existen diferentes estilos de trabajo y cada persona se encuentra más cómodo en uno. Y es en ese estilo de trabajo en dónde suele conseguir sus mejores resultados.

En qué consisten los estilos de trabajo

Los estilos de trabajo son aquellas formas de desempeño de la planificación, la comunicación y la manera usual de enfocar y realizar funciones y aprovechar oportunidades.

Por ejemplo, hay personas que prefieren utilizar el sentido de la lógica en las decisiones, reflexionando en profundidad sobre las cosas. Mientras que otras tienen más el estilo de empujar y empujar hasta conseguir que las cosas se hagan. Es decir, que cada persona tiene un estilo o una combinación de algunos estilos que la caracterizan y dónde desarrollará el mayor valor añadido para el negocio.

Además, algunas personas son más individuales en su estilo, mientras otras pueden ser más de involucrar a personas o equipos.

Conocer el estilo propio y también el de los demás conseguirá que tanto uno mismo cómo los diferentes equipos de la empresa sean más productivos y eficientes, generando más valor para la empresa y satisfacción en el trabajo.

De hecho, cuando una persona afronta un trabajo con el estilo que le va, entra en una sensación de flujo adecuado y de alto rendimiento. Esto le hará disfrutar de su trabajo y ser altamente eficiente.

Cuales son los estilos de trabajo diferentes:

1.- Los reflexivos:

Este estilo de trabajo es propio de personas que son muy potentes en lógica y en reflexionar sobre las cosas. Se preguntan a menudo por qué, y cómo deberían ser las cosas.  Están constantemente preguntándose como mejorar las cosas. Estas personas son unos excelentes CEO´s, o directores de empresas, capaces de llevarlas al éxito.

A estos genios de la lógica y reflexión:

  • les gusta escuchar ideas y recibir inspiración antes de opinar o emprender una acción.
  • se preguntan a menudo si existe un mayor potencial u oportunidad en diferentes opciones.
  • piensa generalmente en el panorama general y son capaces de tomar decisiones de alto valor empresarial.
  • buscan ideas creativas en muy diferentes lugares y relacionan muchos datos y experiencias.
  • No paran de pensar y de buscar oportunidades.
  • Prefieren pensar antes de actuar

2.- Los inventores:

Los inventores son personas con tendencia a crear metodologías, sistemas o productos. Son personas que a menudo toman lo que se les ocurre a los reflexivos y resuelven el problema. Por ejemplo, perciben la necesidad de una herramienta de comercialización y son capaces de llevarla a término. Muchos inventores son también reflexivos, y cuando ocurre esto tenemos una persona de gran capacidad de crear valor. Son personas capaces de llevar las empresas por la buena dirección y al mismo tiempo crear las herramientas o gestionar departamentos operativos.

A un genio de la invención:

  • Le encanta usar Excel para organizarse.
  • Suelen utilizar mapas mentales, y son muy organizados. Suelen realizar planificación estratégica y miden muy bien los pasos a dar y el momento.
  • Disfrutan generando metodologías
  • Coordina muy bien el hecho de pensar y actuar
  • Crear cosas en las empresas

3.- Los abogados del diablo:

Entre los estilos de trabajo, se encuentran también los abogados del diablo. Éstos suelen escuchar lo que dicen los inventores y se suelen hacer preguntas como: ¿Qué puede ocurrir si va mal?, ¿qué puede ir mal?, ¿Qué problemas pueden surgir? Son conocidos como asesinos de ideas, pero aunque no crean valor, pueden evitar problemas lo cual siempre puede ser útil.

Un abogado del diablo:

  • tienen miedos y pueden encontrar posibles problemas
  • siempre están pensando, «¿Qué puede salir mal?»
  • suelen ser pesimistas – realistas
  • que tenga sentido su función, necesitan tener a su lado reflexivos e inventores.

4.- Entusiasmadores:

A los entusiasmadores les encanta motivar a la gente y hacer que tengan ilusión por el proyecto y la empresa. Animan a la gente conforman equipos para el éxito. Son capaces de crear empresas y hacer que funcionen. Mientras que a otros les da miedo contarle a la gente cosas sobre la empresa que les entusiasmen, este estilo de trabajo es fundamental para “crear empresa”

A los entusiasmadores:

  • Se emocionan y emocionan con proyectos nuevos
  • Se orientan a crear equipos y organizarlos para conseguir un objetivo.
  • Suelen dar mucha información a los equipos para hacerlos autosuficientes.
  • Se preocupan por las personas y las animan

5.- Los facilitadores:

Dentro de los estilos de trabajo, figura el de los facilitadores. Son aquellas personas que consiguen que las acciones lleguen al éxito. Son personas que facilitan o ayudan a los demás, de forma que puedan realizar sus tareas. Suelen tener una gran habilidad para entender los bloqueos de los demás que hacen que no sean eficientes. Y trabajan activamente para evitar dichos bloqueos.

A los facilitadores:

  • Les encanta ayudar a los demás y proveerles de las herramientas y recursos necesarios.
  • Son los grandes aglutinadores de los equipos y cuidan los detalles para alcanzar el éxito.
  • Suelen ser buenos planificando y orientando al equipo hacia la meta.

6.- Los empujadores:

Los empujadores buscan terminar las cosas a toda costa. Dedican gran cantidad de tiempo a terminarlas y no descansan hasta que lo consiguen. Suelen tener una gran fuerza de voluntad para realizar gestiones, superior a la fuerza de voluntad para pensar, planificar o motivar. Empujan a los demás hasta que consiguen los objetivos.

Los empujadores:

  • Suelen ser los que más trabajan en su equipo. Pero también los que más descansan cuando no tienen objetivos.
  • Suelen concentrarse en un número limitado de cosas a realizar, sobre las que empujan fuerte.
  • Son incansables en sus metas, aunque el resto ya se hayan dado por vencidos

Cómo crear equipos de trabajo eficientes gracias al conocimiento de los estilos de trabajo

En un trabajo publicado se pretendía conocer si los diferentes estilos de trabajo ayudan a las personas a ser más creativas y a aportar más valor. Para ello se formaron grupos en los que había estilos de trabajo similares. Y otros en los que se mezclaron en los equipos personas con diferentes estilos de trabajo.

A los grupos se les plantearon diferentes problemas complejos para ver cómo se obtenían mejores resultados. El resultado, obvio. Aunque los grupos se encontraron más cómodos trabajando en grupos con los mismos estilos de trabajo, los resultados fueron peores. En los grupos en los que se mezclaron los estilos de trabajo, se consiguieron mejores ideas, más creativas y que aportaban mayor valor.